de Patrick Süskind:
En la época en que aún me subía a los árboles -hace mucho, mucho tiempo, muchos años y décadas: yo medía entonces poco más de un metro, calzaba zapatos del veintiocho y era tan ligero que podía volar -no, no es mentira, yo entonces podía volar-, o, por lo menos, casi, mejor dicho: hubiera podido volar, de haberlo deseado de verdad y haberlo intentado como es debido, porque... porque me acuerdo bien, una vez por un pelo no levanté el vuelo...
Poco se puede decir. Un relato honesto y hermoso para niños y adultos. Sobre los sueños y la infancia, pero ante todo sobre el verdadero respeto a los demás... Ilustraciones de Sempé.
sábado, marzo 05, 2005
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